Viernes 07/05/2010 San Pedro - Geysers de El Tatio - Valle de la Muerte y de la Luna - San Pedro
















Hola, hoy me demoré pero ahorita les cuento el día viernes al tiro.

A las 5:00 de la mañana y con una temperatura de 7,5 grados vinieron a por nosotros para ponernos rumbo a los Geysers. Victor, el guía, nos indica que tardaremos alrededor de 2 horas y que intentemos dormir ya que subiremos a una altura de 4320 m y el cuerpo sufre menos si llega relajado; creo que el único que se durmió fue él acostumbrado a estas carreteras de ripio (gravilla y cantos) casi impracticables llenas de baches, nieve y obras.

Los geysers se originan al entrar en contacto las aguas subterráneas con las rocas calientes. Los de El Tatio están situados a 90 km al norte de San Pedro de Atacama. Es el grupo más grande de geysers del hemisferio sur y el tercero más grande del mundo, tras Yellowstone y Reserva natural Kronotski. Sus fumarolas emergen a través de fisuras en la corteza terrestre alcanzando temperaturas de 85 grados y unos 10 m de altura. Su mayor expresión se presenta entre las 6 y las 9 de la mañana a temperaturas bajo cero. Al llegar marcaba el termómetro -9,7 grados y un rato después -12 grados. Menos mal que nos compramos gorros andinos y guantes de lana de llama que nos vinieron al pelo.


Pudimos ver el primer rayo de sol del día (hay que pedir un deseo), además vimos vizcachas, un roedor que parece un cruce entre perrito de la pradera y liebre con el rabo largo, y también vimos uno de los camélidos andinos, la vicuña. Esta tiene una lana muy apreciada ya que es la más suave y de cada animal se puede aprovechar una vez cada dos años. Junto a las fumarolas hay unas piscinas de agua caliente que queríamos haber probado pero con esas temperaturas tan gélidas se nos quitaron las ganas. Allí nos preparó Donato un agradable desayuno con leche calentada en los geysers.

De vuelta paramos en Machuca, un antiguo pueblo minero casi abandonado y que volvió a renacer hace un par de años y que ahora se dedica a la cría de llamas, otro de los camélidos de la zona y de mayor tamaño que la vicuña. En esta aldea probamos la brocheta de llama, muy rica y muy dura (después nos comentaron que era llama vieja) y las empanadillas de queso que nos vinieron de maravilla para calentar un poco el cuerpo y empezar el descenso y regreso a San Pedro. Se me olvidaba, dicen que los geysers son irregulares, inestables, caprichosos, explosivos y fértiles. Victor comentó que es parecido a las mujeres y Mar le fulminó con la mirada....

A las tres de la tarde volvimos a partir. De San Pedro nos fuimos dirección al Valle de la Muerte y al Valle de la Luna, pero antes pasamos por el Mirador del Cañón de Kari, otra maravilla más con unas vistas del propio cañón, los valles y de fondo los volcanes. Antíguamente existía una carretera que unía las minas con los centros de transformación de material pero era tan lenta e intransitable que construyeron otra más rápida por los años 80 y en la que se mataron varias personas, pasandose a llamar desde entonces El Camino de la Muerte. Mas tarde llegó el misionero belga Le Paige, biólogo e historiador que quiso cambiar el nombre por El Valle de Marte pero pronunciado en frances los lugareños entendieron muerte y al final se quedó con Valle de la Muerte.
Del Valle de la Muerte seguimos camino hacia El Valle de la Luna, llamado así por su conformación parecida a la superficie lunar debido a las distintas estratificaciones y afloramientos salinos ocasionados por las diferentes erupciones y agentes naturales. De oeste a este se ve un relieve elevado llamado Cordillera de Domeyko de 350 km, en paralelo le sigue la Cordillera de la Sal, un sector bajo conocido como depresión preandina y en el que se localiza el Salar de Atacama, y finalmente surge la Cordillera de los Andes (250 km en esta zona) constituida por una meseta conocida como Altiplano y una cadena de volcanes (Lincancabur, Lascar, Aguas Calientes,...) Desde lo alto de del Valle de la Luna se contemplan una puestas de sol impresionantes dando los colores rojizos y azulados a los volcanes. Aquí vimos el último rayo de sol del día y según los andinos, si pides el mismo deseo que cuando ves el primer rayo (lo hicimos en los Geysers de Tatio), se cumple.

Después de esta ruta llegamos de nuevo a San Pedro donde Emanuel, nacido en el sur de Chile y que ahora vive en San Pedro, ganándose la vida consiguiendo clientes para llevarlos a los establecimientos, nos indica un restaurante donde cenamos con las 3 bes: bueno, bonito y barato con un pisco sour de aperitivo.

Después de la cena nos fuimos a un mini centro astronómico donde lo más llamativo fue ver a través de un telescopio Saturno y sus anillos del tamaño de una lenteja y también ¡¡La Estrella del Sur!!. A ver si consigo indicaros como es: dibujad en un papel un punto, a continuación un dedo hacia abajo y dos dedos a la derecha de ese punto pintar otro, después lo mismo hacia la izquierda, seguido dibujar un punto cuatro dedos por debajo del primero que indicará el sur y por último entre el punto de la derecha y el de arriba dibujar otro equidistante y en la misma recta. Si ahora giráis el papel en el sentido de las agujas del reloj situando el punto de abajo marcando las 8, ahí tenéis La Cruz del Sur tal y como se ve desde aquí.


Con esto os dejo por hoy y... hasta mañana.






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