21.05.2011 Madrid - Atenas | Sendas y Viajes

Su bandera

Hemos tenido suerte, tenemos wi-fi! Qué invento!

Por la mañana prontito llegamos a Barajas aunque podíamos haber madrugado menos ya que el vuelo salió con una hora larga de retraso. Una vez embarcados, las tres horas y media de vuelo fueron buenas y con alguna turbulencia.

Atenas

Desde el aire Atenas tiene un aspecto árido y se ve como ha crecido horizontalmente, una gran mancha blanca desde el puerto del Pireo hasta las laderas de sus montes (Pentélico, Pamés, Egaleo e Imitós) dan muestra de ello. El color y transparencia del mar es un auténtico espectáculo brindando el color azul en toda su gama.

Aterrizamos, llegamos a Atenas, adelantamos una hora el reloj y la primera impresión es la de una ciudad dejada, sin cuidar, con los tejados llenos de antenas, no deben existir las antenas comunitarias, mucho perro sin flauta y las calles muy limpias. El transporte algo retro, ahí están las vías y sus tranvías y unos autobuses o mejor dicho tranvíabuses eléctricos que toman la corriente con sus antenas de los mismos cables que los tranvías. Mucha moto de gran cilindrada con conductores sin casco - todavía está permitido - y taxis más económicos que en Madrid. Nos comentaba el dueño de un restaurante "españoles y griegos somos la misma gente pero los griegos hemos evolucionado menos".

Puerta de Adriano

Zappeion - Palacio de
Exposiciones

Llegamos al hotel, nos ponemos cómodos y hoy solo podemos tener una toma de contacto ya que los sábados por la tarde está todo cerrado excepto alguna farmacia y los restaurantes, ni tiendas, ni museos, ni lugares arqueológicos... lo dejamos para mañana.

Aprovechando la tarde nos hemos ido a dar un paseo y nos hemos encontrado con el movimiento 15-M delante de la embajada española y a su espalda tenían como escenario la Acrópolis que, por cierto, me ha dejado impresionado la gran altura a la que se encuentra en lo alto de la colina. Después hemos dado una vuelta por Plaka, que es la zona de tiendas y restaurantes con encanto y en uno de ellos hemos cenado con unas vistas maravillosas del Partenón iluminado por la noche.