26.05.2011 -- Mykonos - Mykonos

Hola! Aquí estamos de nuevo con una temperatura de 19-20 grados, cielo despejado y nubes amenazantes en el horizonte.

Así amaneció el día

Me vais a llamar pesado. La referencia culinaria no debería ser el yogur sino EL TOMATE. Qué placer, qué aroma desprende... y acompañado con unas tostadas recién hechas ni os cuento. El sabor y olor del pan de aquí me recuerda al que comprábamos cuando vivíamos en Llerena, aquel que nos vencía el panadero que venía llamando por las puertas y que lo transportaba en una bicicleta de color gris con un cajón en la parte de delante. Este recuerdo y el de las sábanas blancas y fresquitas de la fonda son inolvidables.

Salimos del hotel con la idea de seguir encontrando rincones por la isla, así que nos ataviamos con el bañador y una mochila y nos ponemos en marcha. La verdad es que no hace mucho calor para ir con estas guisas pero por no cambiarnos en una cuneta seguimos adelante. Recorremos la parte norte de Mykonos pero las nubes hacen acto de presencia y la lluvia no nos deja tranquilos así que damos media vuelta para refugiarnos en Hora, pero antes, al ver que llegaba un ferry, paramos en el puerto nuevo para ver como realiza la maniobra de atraque. Es impresionante ver como manejan semejante monstruo con tanta precisión.

Puerto antiguo

Al llegar a Hora ha dejado de llover con lo que hemos aprovechado para dar un paseo por sus callejuelas, ver la pequeña Venetia y el puerto antiguo donde se encuentra una “lonja” de mármol blanco todavía en uso por los pescadores de la zona donde exponen sus capturas todas las mañanas entre las 8 y las 10 de la mañana (si el tiempo acompaña).

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"Venetia"

Rincones

Rincones

Lonja

Ministerio de turismo sin información

Antes de volver al hotel comemos una pita de de pan ácimo (sin levadura) rellena de pollo, salsa de yogur, tomate y cebolla. Este plato es típico y heredado de los turcos en los 400 años que duró su ocupación, de ahí que los griegos no se lleven muy bien con ellos porque consideraron que durante ese tiempo les trataron como esclavos. Además, hoy en día, Grecia acusa a Turquía de su afán expansionista temiendo que algún día pretendan anexionarse las islas del Egeo cercanas a su costa. Sin embargo, en los últimos años existe cierto clima de reconciliación en algunos sectores de la población.

Justo nos bajamos de la moto al llegar al hotel y empieza a llover de nuevo. En la recepción está Stavroula tan amable como siempre y con la que tenemos una entretenida conversación contándonos curiosidades y aclarándonos dudas. Los molinos de la isla se utilizaron para moler grano y en la actualidad dos de ellos están como museo y otros dos son viviendas particulares.

De las pequeñas iglesias, como ya no se conceden permisos para su construcción, habilitan una habitación de la casa con el mismo propósito y poco a poco la van aumentando de tamaño consiguiendo su ermita aunque no tengan permiso; en ellas celebran principalmente bodas, bautizos y celebraciones de los santos que es más típico que celebrar los cumpleaños y todos estos actos y festejos van acompañados de bebida y comida en el mismo lugar.

Hay un par de gestos griegos que puede dar lugar a malentendidos. El primero es el que se utiliza para decir no: se limitan a hacer un ligero movimiento de cabeza hacia arriba además, la traducción de no es óji y la de sí es ne. El otro sirve para insultar y consiste en dirigir la palma de la mano abierta hacia la persona que se quiere ofender.

Y otra curiosidad, que nosotros tuvimos la ocasión de vivir en Atenas y que no entendíamos qué pasaba, es que los taxis se comparten. Si el conductor ve un posible cliente, aunque el taxi vaya ocupado, se acerca y a grito pelado por la ventanilla se intercambian el lugar donde quiere ir el nuevo ocupante y la dirección que llevamos los de dentro y si coincide para. A la hora de pagar el nuevo ocupante pagaría la diferencia del total menos la cantidad que marcaba al subir y se añade la bajada de bandera.

Y después de estas anécdotas, aclaraciones o curiosidades nos hemos ido a echar una siesta por eso de hacer tiempo y que aparezca el sol. Ya que no estamos trabajando (qué envidia me dais) aprovechamos para hacer la digestión.

Pues no, no ha dejado de llover, ahora también hay viento. De vez en cuando aparece un rayo de sol pero las nubes ganan la batalla. Así que me pongo a escribir en este rato para compartir con vosotros las vivencias de hoy.

Sigue lloviendo. Hasta mañana!