10/06/2011 -- Ciudad de Guatemala - Volcán Pacaya - Antigua - Ciudad de Guatemala

Muy buenas,
A las 8:00, después de desayunar Patricia, amiga y compañera de Mar, Mar y yo, vamos a la recepción del hotel y ya nos estaba esperando Jorge con su furgoneta Nissan para 10 pasajeros.
Hoy nos adentramos un poquito en el Corazón del Mundo Maya y ponemos rumbo al Volcán Pacaya. Desde Ciudad de Guatemala tenemos una distancia de 40 km que recorremos en algo más de una hora dirigiéndonos primero hacia San Vicente de Pacaya y después a la Aldea Concepción el Cedro donde te venden las entradas que te dan derecho al acceso.
Durante el recorrido, hasta llegar a San Vicente de Pacaya, vamos circulando por una carretera con dos carriles de ida y otros dos de vuelta con un tráfico caótico y gran polución debido a la cantidad de transporte pesado que suelta a bocanadas nubes negras por sus tubos de escape, aunque los turismos no se quedan atrás (si tuviesen que pasar una ITV retiraban el 90% de los vehículos). Me llama la atención ver a los motoristas indicando la matrícula en el casco y en un chaleco y por lo visto es por una cuestión de seguridad. Las bandas de narcos extorsionan a los dueños de las empresas de transporte de la ciudad y cuando no “aportan” lo requerido pagan las consecuencias los conductores y ayudantes de los autobuses; Los sicarios se acercan en moto acabando con su vida a tiros.
El cambio de vistas es radical una vez abandonamos la carretera principal y rodamos por una secundaria de un carril por sentido, rodeada de naturaleza verde en toda su gama. En las cunetas hombres con grandes machetes desbrozando para dejar limpia la carretera, en las montañas frondosos cafetales en los que cultivan entre otras la especie Arábica y por cualquier parte los carteles electorales presentando a los candidatos de las elecciones del 11 de septiembre. En Guatemala las legislaturas son de cuatro años y no se pueden presentar como candidatos familiares directos de la anterior, pero curiosamente este año se presenta la mujer del actual presidente; ha conseguido a tiempo (la semana pasada) que le concedan el divorcio y ser una de las candidatas, cosa que no ha tenido mucha acogida popular. Una de las propuestas de esta mujer ha sido “La bolsa de ayuda” que consiste en entregar mensualmente una bolsa para cubrir las necesidades básicas a la población maya (alrededor del 70 % del electorado)… ya sabéis por dónde van los tiros y la desolación del resto de votantes viendo que probablemente no se consiga el cambio de gobierno.


Llegamos a La Aldea Concepción el Cedro, compramos las entradas (50 Q pp) y contratamos un guía (100 Q grupo) que nos acompaña, dirige y comenta el recorrido. Tardamos alrededor de hora y media en llegar a la base del cráter a una altura de 1300 m.s.n.m y por encima de nosotros, a 250 m, la boca del cráter. El camino es fuerte y hay que ir provistos de agua y buen calzado que se agradecerá sobre todo en el último tramo cuando vas andando sobre los ríos de lava solidificada y rota con sus aristas vivas. Nos ha dado mucha pena no ver ningún río de lava y es que después de la erupción del año pasado se ha debido “vaciar” en parte el volcán y de momento no fluyen. Ahora puedes observar la chimenea constante que sale del cráter y pequeñas fumarolas en sus laderas.

Al llegar a la base del volcán nos paramos en “El Túnel” una grieta de tres metros de profundidad y entre medio y uno de ancho, donde sale un calor insoportable y  Marvin, el guía, nos hace una demostración de práctica. Coloca sobre la grieta unas ramas y pasados un par de minutos arden. El calor que desprende la grieta tiene una temperatura de 150 grados. Desde aquí subimos otro tramo y llegamos a una cueva “La Sauna” con 60 grados de temperatura en el interior; un auténtico bofetón de calor después de la caminata, pero donde a pesar de todo te metes. Desde aquí emprendemos la vuelta por el mismo camino, deshaciendo lo andado, para volver a Concepción el Cedro donde nos espera Jorge. Después de recorrer una tercera parte aparece un todo terreno perteneciente a Canal21 TV que venía de revisar las antenas que tienen por la ladera del volcán y nos ofrecen bajarnos casi hasta nuestro destino, cosa que agradecemos; nos montamos en el cajón de la parte trasera Patricia, Mar, Marvin y yo y entre  saltos, baches y risas conseguimos llegar a destino para emprender viaje hacia Antigua.  

Se me olvidaba comentaros que al lado de “El Túnel” hay un vendedor de joyas con su tenderete. Todos los días sube para disfrutar y saborear lo que la naturaleza ofrece y para, con lo que obtenga de sus ventas, ayudar a la conservación del pueblo maya.

Nos vamos a Antigua, una hora de recorrido. Antigua fue la antigua capital de Guatemala y el lugar donde está ahora reconstruida no es el original. La antigua ciudad desapareció después de que un volcán entrase en erupción e hiciese que un lago que tenía alrededor inundase la ciudad. Desde ese momento al volcán se le llamó Volcán de Agua. La Antigua Guatemala fue declarada por la Unesco patrimonio cultural de la humanidad.
Al llegar a Antigua, la una de la tarde, paramos en el Hotel Santo Domingo, un antiguo convento rehabilitado que respira paz y tranquilidad por todos sus poros, con jardines, fuentes, suelos y columnas de madera cuidadosamente conservados. Seguimos camino y paramos en el centro de la ciudad donde quedamos con Jorge para que nos recoja a las cinco de la tarde. Antigua está repleta de iglesias y monasterios, muchos de ellos en forma de escombros con las fachadas medio derruidas y agrietadas pero aún así te haces una idea de su antaña belleza que junto con sus calles empedradas le da un aire de nostalgia. Otros edificios coloniales permanecen en buen estado y otros han sido restaurados gracias, entre otros, al Instituto de Cooperación Española en Guatemala. La Plaza de la catedral es un ir y venir de gente con grupos de turistas, estudiantes y lugareños donde intercambian sus experiencias del día y disfrutan de música en directo. Por toda la población te intentan vender por un lado, las mujeres y niñas, collares de jade y bonitas telas coloridas y por otro, los chavales, flautas, tambores típicos y algo de fumar o se ofrecen para limpiarte los zapatos. Ojala esa “bolsa de ayuda” que ofrece la candidata a las elecciones sirva para algo más que para recoger un buen puñado de votos.







 A las cinco nos recogen. Durante el camino de vuelta nos acompaña una tormenta tropical y un tráfico infernal. Llegamos al hotel hacia las seis y media de la tarde empezándose a poner el sol.  Entre el cambio horario (en España casi las 3 de la mañana) y el cansancio del día, nos tumbamos vestidos en la cama, nos quedamos dormidos y hemos amanecido a las cuatro de la mañana (12 del medio día para vosotros) y aprovecho, antes de ir a desayunar a las 6 de la mañana, para escribir este relato.



 Hoy iremos al casco antiguo de Ciudad de Guatemala (capital de Guatemala) y a las cuatro de la tarde nos vamos hacia el aeropuerto para volver a España con escala en El Salvador.
Hasta luego o hasta mañana, qué descontrol de horas!

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