Sofia - Doha - Bangkok - Krabi

Con un poco de descontrol horario, voy a intentar contaros cómo nos ha ido hasta ahora...

Salimos de Sofia dirección Doha el lunes a las 12:15, cinco horas a Doha, dos de escala, otras seis a Bangkok, dos de escala y una y media a Krabi, con lo que llegamos a las 11 de la mañana del martes sin tener muy claro si íbamos o veníamos :-); mucho descuadre horario teniendo en cuenta además las 5 horas de más que tenemos aquí frente al horario español....

Volar con Qatar es una delicia, con muy buena atención en todo momento y con Bangkok Airways tampoco estuvo mal, pero más viejito todo.

Qatar Airways

Al llegar a Bangkok nos impresionó, antes de aterrizar, la cantidad de plantaciones de arroz y al aterrizar, el gigantesco aeropuerto. Solo os digo que la distancia para llegar a inmigración y las cintas de las maletas lo indicaban en metros, 970 metros! Pero a pesar de las distancias no hay pérdida. Como curiosidad, además de las tiendas aptas para pudientes, llegó la hora del rezo musulmán y por los altavoces nos hicieron partícipes de ello.

Bangkok

Tiendas exclusivas aerpuerto Bangkok

Aeropuerto Bangkok

Otra cosa que hasta ahora no hemos descubierto es "el país de la sonrisa" que sí, muy amables, pero sonrisa de momento poca. A ver si a lo largo del viaje la descubrimos.

Al llegar a Krabi nos recomendaron coger un taxi, alrededor de 500 baht (más o menos 12,5€), pero al ir a preguntar dentro del aeropuerto nos ofrecieron un autobús por 180 bh (4,5€) y una vez que te subes ya estás disfrutando en pleno de Tailandia. El conductor rodeado de estampitas, los asientos se movían al compás del freno y el acelerador... una experiencia.

Autobús a Krabi

Llegamos al hotel, Apo Hotel, y hasta las dos de la tarde no tenemos habitación. El hotel está situado en pleno centro a las orillas del río Pak Nam que desemboca en el mar de Andaman. Mientras que esperábamos la habitación fuimos a dar una vuelta por el río en un barco típico de pescadores, pero antes fuimos al banco a cambiar dinero. Jejeje, Simona casi se come a la cajera. Nos devolvió dos billetes porque estaban sucios y otro porque tenía un roto en una esquinita de menos de un milímetro, pero creo que se arrepintió porque Simona después no admitió ninguno que no estuviese nuevo!

La vuelta en barco por el río fue una gran sorpresa, solo se habla de los manglares y no de una cueva que se habitó hace miles de años y tampoco de un poblado de pescadores donde tienen granjas de peces y puedes tomar algo mientras disfrutas de las vistas. Aquí hicimos nuestra primera incursión culinaria tomando unos zumos naturales de papaya con lima, otro de agua de coco y sandía acompañados con un arroz frito con frutos del mar (170 bh, 4€) muy rico.

Río Pak Nam

Maniobra de embarque

Nuestro capitán

Poblado de pescadores Río Pak Nam

Granja de peces

Con un pez globo (está vivo)

Barcos de pescadores

Nuestra primera comida thai

Al terminar esta pequeña excursión de una hora (500 bh, 12€) nos fuimos a ver nuestro primer templo, Wat Kaew Korowaran (El Templo Blanco). Destaca por su característico color blanco y también sobresalen las escaleras de acceso con las tradicionales nagas mitológicas. Actualmente es el referente como centro budista y de ordenación de monjes.

Wat Kaew Korowaran

Monjes

Volvemos al hotel, ya tenemos habitación. Dejamos las maletas y nos decidimos por darnos un masaje. Tenía miedo porque había leído que lo hacían a conciencia y así es, pero he salido como nuevo y por 400bh, ¡10€! durante una hora arreglándote la espalda y el cuello. Mañana volveremos.

A la salida nos metimos en el Mercado Nocturno. Un mercado callejero muy colorido de frutas y comidas donde probamos frutas exóticas y comida thai, como una torta de algas y pequeñas gambas (parecida a la tortita de camarones, pero para mi gusto más rica y generosa) y un buen plato de Pat Thai (huevo, gambas, tallarines de arroz y otros ingredientes que no conocía con sus aderezos y salsas). Unos dos euros en comer todo esto los dos. Bueno, bonito y barato!