Railay - Railay

Hoy hemos dedicado el día a conecer Railay. Hemos empezado desayunando con una panorámica impresionante y a continuación nos hemos puesto en marcha.
Desayuno en Sand Sea
Vistas acompañando el desayuno
Otros comensales
Para situarnos mejor incluyo un mapa de Railay


Fuimos a Phra Nang, al suroeste, por un camino pegado a la montaña de roca caliza aderezado con vegetación, lianas, estalagtitas y estalagmitas. El recorrido lo hicimos de la costa oeste, donde está el hotel, a la este, a continuación seguimos por un camino por la playa hacia el sur y al final sale un camino a la derecha que te lleva a Pranang. Alrededor de 20 min. desde el hotel (aquí las distancias son cortas).
Camino a Phra Nang

Camino a Phra Nang

Camino a Phra Nang

Al llegar nos encontramos con varios escaladores y es que Railay es una atracción para los escaladores en roca. Y también vimos la Cueva de la Princesa (Tham Phra Nang Nok). De esta cueva, llena de símbolos fálicos, hay dos hostorias, una es que los pescadores llevan allí estos símbolos para que el mar sea más fertil y por consiguiente su pesca, y otra, que una princesa india murió en un naufragio lejos de la costa y que su fantasma ocupó la cueva (aquí los símbolos fálicos no los entiendo bien). El caso es que los recién casados van allí para pedir ser fértiles.

Escalada en Phra Nang

Tham Phra Nang Nok

Tham Phra Nang Nok

Tham Phra Nang Nok
 A la vuelta nos pilló un chaparrón importante, pero en esta ocasión llevávamos un chubasquero de plástico que nos ayudó a pasar el aguacero.






Llegó la hora de la comida y probamos la ensalada de papaya, una especie de gambas con gabardina, pero en lugar de con masa estaban envueltas en un rollito, unos noodles fritos con gambas, unas cervecitas y un zumo de papaya, piña y coco



Al terminar de comer quisimos ir a Ton Sai, la playa que hay al noroeste de Railay, pero no pudimos llegar desde la playa del oeste. Intentamos llegar por un camino que hay desde el este y tampoco lo encontramos, pero mereció la pena el paseo porque descubrimos otra zona espectacular, un camino abierto entre la vegetación pegado al mar.


Insistimos en ir a Ton Sai y lo conseguimos. Bajó la marea y pudimos llegar a su playa con acantilados y escaladores disfrutando de sus paredes y desplomes. También nos encontramos con un árbol lleno de langures de anteojos comiéndose tranquilamente sus hojas.
Marea baja para llegar a çton Sai (al fondo)

Playa de Ton Sai

Playa de Ton Sai

Playa de Ton Sai

Antes de que anocheciese nos volvimos al hotel para coger euros y cambiarlos (aquí el cambio es pero que en Krabi, 37 en lugar de 40 bh por euro) y de paso nos dimos un masaje. En esta ocasión lo pedí "soft" y la contestación fue "no problem". ¡No hay problema!, debió de pensar tú túmbate que ya se yo lo que tengo que hacer... ¡casi lloro!

Al terminar nos fuimos a picar algo, por glotonería porque no teníamos hambre, y nos tomamos unos rrolitos y otros noodels, en este caso con arroz, y un par de latas de cerveza (160bh, 4€) Lo tomamos en un puesto callejero que al final estamos comprobando que es donde mejor se come.

Cena en un puesto de Railay

Alguna curiosidad:

Aviso de la carabela portuguesa

Sin palabras  
Marea alta

Marea baja
En las dos fotos anteriores (las dos son de la costa este, una por la mañana y otra por la tarde) se observa el cambio tan grande entre mareas. Con la marea baja, en lugar de barcos, utilizan tractores para transportar a la gente.

¡Hasta mañana!

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